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90 Nostalgias

Nuestra LENIN

Nuestra LENIN
Podría decirse que estas son memorias de “La LENIN”, memorias de “mi LENIN”, que también es tuya, aunque no fue nuestra.
Tal vez no. Tal vez es la nostalgia que siento de quienes sé no volveré a ver por ahora, los que dejaron huellas imborrables.
Sé que al final, solo un busco un pretexto para que lleguen a ti mis pensamientos, para hacerte sentir acompañado en esta soledad… nuestra soledad.
Me pregunto cuántas veces nos cruzamos en un pasillo, o me preguntaste la hora, o bailamos juntos en una rueda de casino.
Me has reprochado cien veces que nunca te vi y sin embargo tú tampoco te fijaste en mi. 
Después de perdernos, presumiblemente para siempre, y encontrarnos- luchando contra la probabilidad de no habernos conocido antes-, y hacerlo después en otro lugar no tan querido; creo que los milagros existen.
Milagrosamente descubrimos que compartimos recuerdos de nuestra gran casa azul, que por haber sido vividos en el mismo tiempo y espacio, hoy son “nuestros recuerdos”, aunque no lo sospecháramos por aquellos días. 
Tenemos suerte. Tenemos aquellas memorias lejanas de las colas en el comedor (cola: esa palabra no podía faltar en este desorden de ideas que no quiero llamar “reflexión”), tú de un lado de la escalera y yo del otro; o de las rivalidades de un chequeo emulativo en nuestro anfiteatro natural (donde tal vez tú me mirabas con superioridad ante mi mirada de novata inocente). 
Pero más afortunados somos, por tener estas más cercanas memorias: otro encuentro en el mismo anfiteatro, ya sin rivalidad, donde otras caras inocentes nos miran con curiosidad, mientras nosotros añoramos nuestro tiempo de novatos; la cola en la garita para poder salir (siempre la cola) y aquella foto en el cartel de la entrada que no pudo ser. 
En estos años (no tantos), de desencuentros y encuentros, mis memorias se han enriquecido y desde hace algún tiempo (dos febreros para ser más exactos) se han convertido en “nuestras memorias”. 
Por eso te dedico este desorden de ideas (que insisto en no llamar “reflexión”); y sé que cada vez que pienses en “tu LENIN”, que también es mía… estarás pensando en mí.  
Leisi Vigil

1 comentario

Ailen Calzadilla -

Leisi, amiga, ¿Cómo te localizo?
Hace mucho que no sé de tí.